Este sitio web está dedicado a la memoria de HEINRICH LUDWIG WIECHERS [y Manneroh], connotado comerciante, industrial y banquero alemán residente en el México de la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del siglo XX, ampliamente conocido en el mundo empresarial de la época como “H.L. Wiechers”; y también a la memoria de sus hermanos, tres de los cuales emigraron igualmente a México.
Johann Heinrich Ludwig Wiechers [y Manneroh] nació en la Ciudad Libre Hanseática de Bremen, en el domicilio de Balgebrückstraβe 29, el 26 de octubre de 1843, hijo del empresario de licores (Branntweinbrenner) y comerciante de materiales de construcción Johann Christoph Wiechers [y Hasselmann] y de Catharina Margaretha Manneroh [y Schaffer]. Su padre había nacido en Barrien, población del entonces Electorado (después Reino) de Hannover, en 1799, y falleció en Bremen en 1855, hijo de Johann Coord Wiechers y Sophie Hasselmann, ambos de Barrien. Su madre nació en Bremen en 1809 y falleció en la misma ciudad en 1872, hija de Matthias Ludewig Diedrich Manneroh (otras formas del apellido son Mannroth, Manroth, Mannroh, Manro, Manrow, etc.), originario de Hagenow, Mecklenburgo, y de Catharina Margaretha Schaffer, originaria de Bassum, también en el Electorado/Reino de Hannover. Tenemos una información muy completa de sus antepasados en las zonas mencionadas.
Los otros hermanos de Heinrich Ludwig fueron: Sophie Catharina Maria (1835-1904), Johann Christoph (1837-1921), Gesina Maria Elisabeth (1839-1900), Meta Anna Adelheid (1840-1841), Carl Heinrich (1848-1903) y Hermann Friedrich Lebrecht (1852-1939), todos de apellido Wiechers [y Manneroh].
Fallecido el padre Johann Christoph Wiechers [y Hasselmann], y arruinado el negocio familiar, los hermanos varones Wiechers-Manneroh debieron emigrar al Nuevo Mundo, concretamente a Veracruz, en México. Todo indica que el vínculo causal fue la casa Watermeyer de Veracruz, propiedad del bremense Friedrich Eduard Watermeyer. El primero en emigrar a México fue Johann Christoph, hacia 1855; lo siguió Heinrich Ludwig, en 1858, con sólo 14 años; y entendemos que hacia 1867 habrían llegado juntos Carl Heinrich y Hermann Friedrich Lebrecht.
Hacia 1853 ó 1854 Friedrich Eduard Watermeyer regresó de Veracruz a Bremen, y es posible que ahí haya reclutado a los dos primeros hermanos Wiechers en emigrar a México. Pero F.E. Watermeyer mantuvo por muchos años los cargos de cónsul de Bélgica y Dinamarca en Veracruz. En este puerto el negocio quedó a entonces a cargo de G.L. Schmidt. En julio de 1863 la firma pasó a llamarse Watermeyer, Schmidt y Cía., y al poco tiempo asumió Schmidt también los consulados danés y belga en Veracruz. Pero en abril de 1867 falleció G.L. Schmidt y en ese momento Heinrich Ludwig Wiechers pasó a ser el jefe de la casa Watermeyer en Veracruz y pasó provisoriamente a administrar los consulados de Bélgica y Dinamarca. Hacia diciembre de 1867 o enero de 1868 el negocio pasó a llamarse Watermeyer, Wiechers y Cía.
En junio de 1867 tuvo lugar el trágico fusilamiento del Emperador Maximiliano de Habsburgo por las vencedoras fuerzas juaristas. Se produjo entonces la necesidad de repatriar no sólo el cadáver del Emperador sino también los restos que quedaban en México de la Legión Austro-Húngara y de la Legión Belga (la guardia de la Emperatriz Carlota). Para ello, las autoridades austriacas, además de constituir en México un comité de empresarios locales que ayudaran a la repatriación de las tropas, envió al país al vicealmirante Wilhelm von Tegetthoff a recuperar de Benito Juárez el cadáver de Maximilano. Gracias al apoyo financiero del Sr. Nathaniel Davidson y de la casa Rothschild de Londres, los cuerpos austro-húngaros y belgas, que incluían además gente de otras nacionalidades, incluyendo daneses, lograron llegar sanos y salvos al verdadero Dunkerque mexicano que era el puerto de Veracruz, y ahí correspondió a la casa Watermeyer, comandada por H.L. Wiechers, coordinar la alimentación, alojamiento y repatriación de este ejército derrotado, vía puertos tan diversos como La Habana, Nueva Orleáns, Mobilia o Nueva York, en América, a varios puertos franceses y belgas del Atlántico o Canal de La Mancha, a Bremen en Alemania, desde donde siguieron en tren hasta territorio austriaco, o al Argel francés en el Mediterráneo y de ahí a los puertos austriacos de Pola y Trieste. Los soldados llegaron sanos y salvos a Europa gracias a la gestión de H.L. Wiechers.
En reconocimiento al apoyo prestado, el Emperador Francisco José I de Austria, hermano de Maximiliano, concedió con fecha 26 de enero de 1868 diversas condecoraciones a particulares en México, y una de las más importantes giradas, la Orden de la Corona de Hierro de Tercera Clase (Orden der Eisernen Krone 3. Klasse), fue otorgada a H.L. Wiechers. Esta condecoración traía aparejado el derecho, previo el pago de un impuesto especial, del título nobiliario hereditario “Ritter [Caballero] von Wiechers”; pero el impuesto nunca se pagó. De cualquier forma, el otorgamiento de la condecoración siguió constando en los Almanaques del Imperio Austro-Húngaro hasta la caída de éste, en 1918.
Durante este período de 1867-1868 actuó provisoriamente H.L. Wiechers como Cónsul de Bélgica y Dinamarca en Veracruz, y en tal papel le tocó encargarse, sin instrucciones de Bélgica pero sí con el ya mencionado apoyo austriaco, de reembarcar, a los miembros de la Legión Belga. H.L. Wiechers cesó muy poco después en su gestión provisoria a nombre de Bélgica, pero continuó hasta 1876 como cónsul de Dinamarca en Veracruz. En 1876 se produjo un ascenso para H.L. Wiechers, que pasó a ocupar el puesto de cónsul de Dinamarca en la Ciudad de México (cargo que ocupó hasta 1909) mientras que Hermann Dionisio Watermeyer (hijo de Friedrich Eduard) pasó a hacerse cargo del consulado en Veracruz. En algunos momentos, especialmente una larga temporada de la primera mitad de la década de 1880, en la época en que H.L. Wiechers residió en Orizaba (a lo cual luego nos referiremos), Heinrich Ludwig fue cubierto provisoriamente en el consulado de la Ciudad de México por su hermano Hermann Friedrich Lebrecht. Durante décadas fue H.L. Wiechers la máxima autoridad de Dinamarca para México, y por esto, el 12 de diciembre de 1904 el Rey de Dinamarca lo condecoró con la Orden del Dannebrog en grado de Caballero (Ridder). En 1909, poco antes de retirarse del consulado por razones de salud, H.L. Wiechers firmó a nombre del Reino de Dinamarca el Convenio para Intercambio Postal entre México y las Antillas Danesas. Retirado H.L. Wiechers del consulado danés de la capital, continuó un tiempo como administrador del consulado su mano derecha, Georg Schwuchow, hasta que Dinamarca designó un nuevo cónsul.
La ya mencionada sociedad Watermeyer, Wiechers y Cía. funcionó básicamente en tres sedes: en Bremen, a cargo de Friedrich Eduard Watermeyer, el fundador de la casa; y en Veracruz y México, a cargo de H.L. Wiechers, que seguramente se movía constantemente entre ambas ciudades. Pero en Veracruz también estaba situado Hermann Dionisio Watermeyer, hijo del fundador; al tiempo que en la Ciudad de México colaboraba también como apoderado otro alemán de Bremen, Diederich Graue. Hacia julio de 1881 dejó de existir la sociedad Watermeyer. Wiechers y Cía.; H.L. Wiechers se retiró de ella para iniciar un giro industrial, y en noviembre de dicho año falleció en Bremen Friedrich Eduard Watermeyer. No obstante siguió funcionando una sociedad H.D. Watermeyer y Cía., con oficinas en Veracruz, México y Puebla, exclusivamente de Hermann Dionisio Watermeyer, la cual quebró en noviembre de 1889. En julio de 1890 falleció Hermann Dionisio Watermeyer, gran amigo de H.L. Wiechers, dejando, entre otras cosas, vacante el Consulado danés de Veracruz; le tocó a H.L. Wiechers proponer el nombre de un nuevo cónsul para Veracruz a las autoridades danesas.
Hacia julio de 1881, ya separado de Watermeyer, Wiechers y Cía., comenzó H.L. Wiechers con su nuevo proyecto: la instalación de la nueva fábrica de hilados y tejidos de algodón de Cerritos de San Juan, en la ciudad de Orizaba, en el Estado de Veracruz, para lo cual trajo maquinarias de Inglaterra y técnicos desde Alemania. La fábrica comenzó a funcionar a mediados de 1882 y pronto se convirtió en una de las mejores de México. A lo largo de su existencia sufrió ciertas huelgas y conatos de huelga, los cuales fueron solucionados por H.L. Wiechers con mano dura y el auxilio de la fuerza pública. Cuando la fábrica estaba en su apogeo, y muy repentinamente, fue vendida en abril de 1886 por H.L. Wiechers a un grupo de empresarios franceses de la región de Barcelonette afincados en México, que necesitaban urgentemente una fábrica buena y en funcionamiento de hilados y tejidos de algodón para suplir sus tiendas de ropa de la Ciudad de México. Para estos efectos los compradores constituyeron la “Compañía Manufacturera de Cerritos, S.A.” que adquirió a H.L. Wiechers su fábrica en 400.000 pesos (alrededor de 400.000 dólares de la época). La venta se hizo pública recién a fines de mayo de 1886. Después, en 1889, la fábrica fue transferida por la Compañía Manufacturera de Cerritos, S.A. a la Compañía Industrial de Orizaba, S.A. (CIDOSA).
Durante estos años de Orizaba es que H.L. Wiechers contrajo matrimonio, el 4 de mayo de 1883, en Veracruz, con Lucía Léycegui y Núñez, nacida en dicho puerto el 13 de diciembre de 1864. Ella era hija de Luciano Fernando de Léycegui y Verástegui, nacido en 1824 en Gordejuela, Provincia de Vizcaya, País Vasco, España, emigrado a México hacia 1843, y fallecido en Veracruz en 1896, y de Rafaela Núñez y Sobrevilla, nacida en 1839 en San Francisco Tantima, Veracruz, y fallecida en 1920 en la Ciudad de México (precisamente en la casa de H.L. Wiechers). En relación a la familia Léycegui, podemos señalar que Luciano Fernando de Léycegui y Verástegui, habiendo emigrado a México, se instaló en Veracruz, donde se dedicó al comercio, teniendo principalmente tiendas de ropas, alimentos y licores; algún tiempo en la segunda mitad de la década de 1870 lo vemos también residiendo en Jalapa. Fue uno de los miembros más relevantes de la colonia española de Veracruz. De su matrimonio con Rafaela Núñez y Sobrevilla descenderán las familias Léycegui-Perea, Chabat-Léycegui, Palazuelos-Léycegui, Léycegui-Morales, Léycegui-Cárdenas, Léycegui-De la Cerda, Roustan-Léycegui, y las dos familias Wiechers-Léycegui, así como sus posteriores ramas.
El árbol genealógico oficial de la familia Léycegui, que engloba además a las dos familias Wiechers Léycegui y a buena parte de las ramas Wiechers no Léycegui, administrado por Luis Núñez Gornés, es el siguiente:
http://gw.geneanet.org/turandot1?lang=es&p=luciano+fernando&n=leycegui+berastegui&oc=0
Del matrimonio entre Heinrich Ludwig Wiechers y Lucía Léycegui y Núñez nacieron los siguientes hijos: Enrique Luciano (1884-1960) y Juan Enrique (1885-1931), ambos en Veracruz, y los siguientes en la Ciudad de México: Lucía Luisa (1887-1887/88), Lucía de las Nueves (1889-1975), Rafael Eliseo (1891-1907), Alejandro Pedro (1893-1984), Roberto Toribio (1895-1963), María Margarita (1897-1924), Josefina María (1900-1932) y Adolfo Ángel (1902-1983), todos de apellidos Wiechers y Léycegui. Previamente, en 1868 había tenido H.L. Wiechers una hija ilegítima, María del Carmen Wiechers y Beyel, de la cual no tenemos mayores noticias; su madre era “Magdalena Beyel y Beyel”, posiblemente también alemana, de la cual tampoco tenemos mayores antecedentes.
Habiendo vendido H.L. Wiechers su fábrica de Cerritos, se radicó inmediatamente en la Ciudad de México, a donde trasladó a su familia. Su primer domicilio, por lo menos desde 1887 hasta posiblemente algún momento de 1892, fue la Calle de San Agustín N°7 (comprendida en la actual 3ª Calle de República de Uruguay). A partir de 1892 comienza a residir en la casa que lo haría igualmente famoso como banquero (pues ahí tendría también sus oficinas): calle Cadena N°4 (también conocida catastralmente como Avenida 8 Oriente N°152). Cadena era una calle de sólo una cuadra, y en el N°8 tenía su residencia el Presidente Porfirio Díaz. En 1910, para el Centenario de la Independencia, tuvo lugar un cambio de nomenclatura que afectó a varias calles del centro histórico (como las antiguas Cadena, Capuchinas y Zuleta), de forma que la casa de Cadena N°4 pasó a ser ahora la 2ª Calle de Capuchinas N°50. En la actualidad el inmueble corresponde a Venustiano Carranza N°50. La casa se derrumbó como consecuencia del terremoto de 1985. Hacia 1909, si bien la casa de Cadena 4 siguió en constante uso por los hijos mayores y el negocio, Heinrich Ludwig, su esposa Lucía y sus hijos menores se mudaron a la que por años había sido se casa de fin de semana en Santa María la Redonda: la 4ª Calle del Naranjo N°96. Además, H.L. Wiechers mantuvo también una residencia en el puerto de Veracruz, calle Independencia N°23.
Sabemos que entre 1886 y 1887 fue H.L. Wiechers socio, en la Ciudad de México, de la Sociedad en Comandita "Béraud, Proal y Cía." a la que pertenecía la negociación de ropa “Al Puerto de Marsella”. Ignoramos cuándo se retiró. En esto empezó a derivar al giro bancario. Es así como el 1° de enero de 1889 ingresó oficialmente como socio principal a la antigua casa bancaria Esteban Benecke Sucesores de la Ciudad de México. Sus socios fueron los también alemanes Paul Kosidowski y Donat de Chapeaurouge. Se mantuvo en esta sociedad hasta el 31 de diciembre de 1892, momento en que vendió su participación.
A partir del 18 de enero de 1893 ingresó como miembro propietario al Consejo de Administración del Banco de Londres y México, entonces presidido por Thomas Braniff, posición en la que se mantuvo hasta el 21 de octubre de 1896. Además, en el curso de estos tres años ocupó, provisionalmente por dos períodos muy largos, aproximadamente entre marzo y julio de 1893, y febrero y diciembre de 1895, la gerencia general del banco, durante las ausencias del gerente estable, H.C. Waters. Todos los balances del banco de estos períodos están firmados por H.L. Wiechers en su carácter de gerente general. Como miembro del Consejo de Administración es que Heinrich Ludwig participó el 11 de agosto de 1896 en la firma del nuevo contrato marco entre el Banco de Londres y México, que modificó la concesión del mismo. Poco después de este éxito, H.L. Wiechers abandonó la directiva del Banco de Londres y México, para su concentrarse en su propia casa bancaria.
De acuerdo a una declaración del propio Heinrich Ludwig, la casa bancaria “H.L. Wiechers”, de Cadena N°4, existía desde 1892, y ya le hemos detectado actividades en 1893, pero recién a partir de su salida del directorio del Banco de Londres y México adquiere el nuevo negocio importancia propia. Será el emprendimiento empresarial por antonomasia de Henrich Ludwig Wiechers, con su propio nombre como marca comercial (no inscrita). En este negocio tuvo, en diversos momentos, mucha gente muy cercana, como por ejemplo el alemán de Brasil Friedrich Wilhelm Kladt, y muy especialmente, quien sería su mano derecha, el berlinés Georg Schwuchow. Con la colaboración de Schwuchow, que era originalmente agente de seguros y había sido enviado desde Suiza, es que H.L. Wiechers desarrolló en México, a partir de 1893, los negocios de la compañía suiza de seguros contra incendio “La Helvetia”. Tenemos muy importante documentación de este período, inclusive un muy interesante libro de caja de la casa bancaria. Hacia mediados de 1909 empezó H.L. Wiechers a retirarse de los negocios, por motivos de salud, pero Georg Schwuchow y su hijo Alejandro Wiechers y Léycegui continuaron con los asuntos de la casa bancaria, por lo menos hasta junio de 1916, y de la compañía de seguros, hasta aproximadamente 1915 o algo después.
En el intertanto, H.L. Wiechers participó en otros muchos negocios, que a continuación relataremos.
El 9 de mayo de 1890, H.L. Wiechers, entonces cabeza de la casa bancaria Esteban Benecke Sucesores, y un grupo de empresarios alemanes de México, constituyeron la “Compañía Cervecera Toluca y México, S.A.”, con domicilio legal en la Ciudad de México. Esta Sociedad Anónima adquirió inmediatamente el negocio de fabricación de cerveza, con instalaciones en Toluca y la Ciudad de México, hasta entonces propiedad del suizo Santiago Graf. Heinrich Ludwig Wiechers fue desde su constitución presidente de la compañía, y hasta el día de hoy existen las acciones de la sociedad con su firma; mientras que Santiago Graf fue mantenido como gerente general, con sede en la planta de Toluca, sita en la Plaza Zaragoza. Muy poco después, tal vez hacia 1893 ó 1894, se agregó –aparentemente sin que mediara intervención familiar- la que sería la tercera persona en importancia al negocio, Emilio Léycegui y Núñez, cuñado de H.L. Wiechers, como gerente de la planta de la Ciudad de México, sita en Rinconada de San Diego Nos. 11 y 12. La Compañía Cervecera Toluca y México fue una empresa grande y moderna, que hasta llegó a contar con sus propias fábricas de botellas y hielo, bosques propios para manejo industrial, y trajo técnicos desde Alemania. Fue la más grande cervecería de México en su tiempo. En agosto de 1904 falleció Santiago Graf, y el 29 de abril de 1905 abandonó H.L. Wiechers finalmente la presidencia de la empresa, que había ocupado por 15 años.
Pero H.L. Wiechers participó en múltiples negocios adicionales. En el área minera, fue fundador, en 1896, y uno de los principales accionistas de la “Compañía Minera de la Conda y San Nicolás de Landa, S.A.”, en Guanajuato. Asimismo tuvo importante participación en la constitución en 1890 de la “Compañía de las Minas de Oro de Cerro Colorado, Sociedad Minera Limitada”. También hemos encontrado unas reivindicaciones mineras suyas en Querétaro en 1895, para plata y oro, en el Cerro de la Cimentada; e inversiones en varias minas del Estado de Hidalgo, como la Hacienda de la Luz, la Redención, San Esteban y Anexas, La Blanca, Santa Ana y Anexas, y varias más.
Fue además un gran desarrollador inmobiliario, especialmente en el sector de Santa María la Ribera, aproximadamente entre los años 1894 y 1910. Urbanizó cuadras enteras, básicamente en las calles de Sabino, Sor Juana Inés de la Cruz, Naranjo, Alzate, Ciprés, Pino, Las Flores, Chopo y Cedro, entre las que tenemos detectadas. Muchas de las viviendas que construyó las vendió a terceros, a un precio relativamente accesible para los cánones de la época, mientras que otras muchas las destinó a arrendamiento. A los pocos años de la muerte de H.L. Wiechers hemos detectado, en unos listados incompletos, más de 20 casas de Santa María la Ribera a nombre de sus hijos y herederos, así que la cifra debe ser mucho mayor. También hemos detectado otras diversas propiedades suyas en otros sectores de la Ciudad de México.
En el área agrícola, su gran proyecto fue la Hacienda San Cristóbal Cuyucuenda o El Cocuite, que en 1907 tenía 60.741 hectáreas de tierras de primera calidad, localizada en los municipios de San Cristóbal Llave (actual Ignacio de la Llave) y Tlalixcoyan, Estado de Veracruz. La adquirió en 1889 de la sucesión de Pedro Bérges de Zúñiga. Estaba oficialmente a nombre de su esposa Lucía Léycegui de Wiechers; no obstante, las inversiones las efectuaba H.L. Wiechers. A partir de 1911 H.L. Wiechers y su esposa Lucía otorgaron poderes de administración y explotación petrolera a su hijo Alejandro Wiechers y Léycegui, junto con lo cual se inició un proceso de prospección petrolera. El gobierno concedió en 1919 autorización para excavar cinco pozos “Cocuite”, pero aparentemente nunca se encontró petróleo. Infortunadamente, muy pronto dio inicio el triste proceso de expropiaciones agrarias de lo que hasta la fecha era una próspera hacienda. No lo alcanzaron a ver ni Heinrich Ludwig Wiechers ni Lucía Léycegui, pero sí sus hijos y herederos. Además, H.L. Wiechers fue dueño de la hacienda “La Victoria” en el Estado de Durango, de 71.350 hectáreas, adquirida en 1908; tras la muerte de H.L. Wiechers fue subdividida entre sus herederos y también sufrió los procesos de expropiación normales.
Los años más duros de la Revolución Mexicana, aproximadamente entre 1912 y 1918, y la Gran Guerra o Primera Guerra Mundial (1914-1918), afectaron mucho a la economía de H.L. Wiechers, aunque sin arruinarlo. Pero sus inversiones en Estados Unidos y en México sufrieron. En esto, aconteció que H.L. Wiechers descubrió, hacia 1915, que a pesar de su claro origen y ser miembro relevante de la colonia alemana en México, no era considerado oficialmente súbdito alemán: tras abandonar Bremen, antes de la creación del Imperio Alemán por Bismarck, no había conservado adecuadamente la ciudadanía de su ciudad natal y luego no se había inscrito en ninguno de los consulados imperiales alemanes de México. Pero toda su vida se había ostentado de buena fe como súbdito alemán, por ejemplo en las actas de nacimiento de sus hijos, manifestando que conservaba su nacionalidad alemana, y nunca se nacionalizó mexicano. Por ello, no tuvo problemas para renaturalizarse alemán en 1916, en un interesante procedimiento expresamente contemplado por la “Reichs- und Staatsangehörigkeitsgesetz” de 1913 (la ley alemana de nacionalidad): iniciado ante el consulado alemán de la Ciudad de México (que emitió una carta de especial recomendación), luego ante las autoridades de la Ciudad Libre Hanseática de Bremen, y finalmente ante las autoridades centrales en Berlín. Tras esto, él, su esposa Lucía, y sus cuatro hijos menores solteros, quedaron inscritos con fecha 26 de abril de 1916 como súbditos alemanes.
Heinrich Ludwig Wiechers, a pesar de estar casado con católica y tener hijos católicos, vivió prácticamente toda su vida como luterano. No obstante, ya en la vejez, el 23 de noviembre de 1922, se convirtió formalmente al catolicismo y fue bautizado. Falleció, en el seno de la Iglesia Católica, el 22 de julio de 1923, en su domicilio de Naranjo N°96, Santa María la Ribera. Su esposa, Lucía Léycegui de Wiechers falleció el 22 de septiembre de 1924, en la casa de Capuchinas N°50 (la antigua Cadena N°4). Ambos se encuentran sepultados en la hermosa cripta que construyó H.L. Wiechers en el Panteón Francés de la Piedad.
Sabemos que Heinrich Ludwig Wiechers fue miembro activo y relevante de la Sociedad Porfiriana. Tenemos el ejemplar de un muy interesante folletín anónimo –de los que fueron muy comunes en su época- llamado Caras y Caretas. Semblanzas en Verso por Tres Ingenios de esta Ciudad, cuya “Primera Serie”, editada en la Ciudad de México en 1904, incluye los siguientes versos hacia su persona:
H.L. Wiechers
Honra el señor de Wiechers
la capital mexicana,
donde es banquero opulento
y Cónsul de Dinamarca;
y por sus hechos preclaros
y por su historia sin mancha
merece, sin duda alguna,
la admiración de su patria.
No debemos pensar que estos versos fueron simples panegíricos de poetas serviles a hombres importantes. Una de las características de estas octavillas anónimas es que pueden ser por esencia ofensivas. Y tampoco en este caso son la excepción; en este mismo folletín encontramos versos muy ofensivos hacia otras personas.
Veamos ahora algo sobre la descendencia inmediata de Heinrich Ludwig Wiechers.
Enrique Luciano Wiechers y Léycegui casó en dos ocasiones, primero con Ana María Rul y Olmedo, y ya viudo, nuevamente con Concepción Luna y Romero. Del primer matrimonio tuvo a sus hijos Miguel y María Wiechers y Rul; y del segundo a Luciano, Diego, Leticia, Gracia y Rafael Wiechers y Luna. De ellos descienden las familias Wiechers Parker, Wiechers Pérez de Ovando, Wiechers Pedersen, Baz Wiechers y Díaz Wiechers, y sus posteriores ramas. Luciano fue un muy destacado abogado y economista, entre otras cosas Presidente del Banco de México y primer Presidente del Banco de Comercio Exterior.
Juan Enrique Wiechers y Léycegui casó con Celia Benito y Cobo. De este matrimonio nacieron Celia, Lucrecia, José, Margarita y Enrique Wiechers Benito, de las cuales sólo Lucrecia y Enrique dejarían sucesión. De ellos descenderán las familias Llaguno Wiechers y Wiechers de la Lama, y sus posteriores ramas.
Lucía de las Nieves Wiechers y Léycegui, casó con el alemán Leonard Ernst Zeevaert Thelen. De este matrimonio nacieron Leonardo y Adolfo Zeevaert Wiechers, los constructores de la Torre Latinoamericana. De ellos descenderán las familias Zeevaert Alcántara y Zeevaert Wolff, y sus posteriores ramas.
Roberto Toribio Wiechers y Léycegui casó en dos ocasiones, primero con Evangelina Sánchez García, y después con Lila Muñoz Polanco. Del primer matrimonio tuvo a sus hijos Enrique Constantino, Eduardo, Evangelina y Erika Irma Wiechers Sánchez; del segundo, a Roberto Wiechers Muñoz. De ellos descenderán las familias Wiechers Aguirre, Uriarte Wiechers, Vallecillo Wiechers y Wiechers Hernández, y sus posteriores ramas.
Alejandro Wiechers y Léycegui casó con Beatriz Leal y González-Rubio. De este matrimonio nacieron Lucía, Beatriz, Virginia, Gabriela, Alejandro, Leonor y Francisco Wiechers Leal. De ellos descenderán las familias Graue Wiechers, Ludlow Wiechers, Medina Wiechers y Wiechers Veloz, y sus posteriores ramas.
Josefina Wiechers y Léycegui casó con Guillermo De Teresa y De Teresa. De este matrimonio nacieron Josefina, Guillermo, Lucía e Isabel De Teresa y Wiechers. De ellos descenderían las familias Fernández de Teresa, Ruiz de Teresa y Tovar de Teresa, además de la familia Olmstead de Estados Unidos, y sus posteriores ramas.
Adolfo Ángel Wiechers y Léycegui casó con María Matilde Escandón y Rubio. De este matrimonio nacieron María Matilde, María Luisa, Gloria, José Adolfo, Isabel y Xavier Wiechers y Escandón. De ellos descenderían las familias Solórzano Wiechers, d’Hyver de las Deses de Juillac y Wiechers, Wiechers Urquiza, Creel Wiechers y Wiechers Mijares, y sus posteriores ramas.
Los otros hijos de H.L. Wiechers no tuvieron descendencia: Rafael Wiechers y Léycegui falleció en la adolescencia; Margarita Wiechers y Léycegui casó con Manuel Pastor Arizmendi, pero no tuvo hijos; Lucía Luisa murió en la tierna infancia.
Los demás hermanos de HEINRICH LUDWIG WIECHERS fueron, como ya señalamos: Sophie Catharina Maria (1835-1904), Johann Christoph (1837-1921), Gesina Maria Elisabeth (1839-1900), Meta Anna Adelheid (1840-1841), Carl Heinrich (1848-1903) y Hermann Friedrich Lebrecht (1852-1939), todos de apellido Wiechers [y Manneroh] y nacidos en Bremen, la primera en Knochenhauerstraβe 4, y los demás, al igual que Heinrich Ludwig, también en Balgebrückstraβe 29.
Sophie Catharina Marie Wiechers [y Manneroh] casó en Bremen el 24 de septiembre de 1863 con su primo segundo el “restaurantero” (Restaurateur) alemán residente en Washington, D.C., Estados Unidos, Hermann Heinrich Boyer. Éste había nacido en Barrien el 13 de mayo de 1826, hijo ilegítimo de Hermann Boyer y Sophie Öntrich; de hecho, entendemos que en algún momento de su vida usó el apellido materno Öntrich (u Oentrich).
Emigró Hermann Heinrich Boyer a Estados Unidos aparentemente en 1852 y se radicó primero en St. Louis, Missouri, y luego en Washington, D.C. Sabemos que por lo menos hasta 1863 existió ahí un restaurant “Oentrich & Boyer”, del cual uno de los propietarios era Hermann Heinrich Boyer. Se naturalizó ciudadano estadounidense en St. Louis Missouri en 1858. El 27 de marzo de 1863 solicitó la expedición de pasaporte en el Distrito de Columbia, seguramente para viajar a Alemania, o bien para casarse, o bien para evitar la Guerra de Secesión Norteamericana, cuyos campos de batalla estaban muy cerca del Distrito de Columbia.
Al matrimonio Boyer-Wiechers les nació el 11 de junio de 1864 su primera hija, Sophie Catharine Marie Boyer [y Wiechers]. Poco después, terminada la Guerra Civil, Boyer, su esposa y su pequeña hija se embarcaron para Estados Unidos. Llegaron a Nueva York el 5 de junio de 1865, y a ellos los acompañó en el barco un primo hermano de la esposa, uno de los Wiechers de Neubruchhausen, a los que luego nos referiremos.
Después nacieron diversas hijas en Washington, D.C., pero varias murieron en la infancia. Sobrevivirían y tendrían descendencia Marie Gesine Elisabeth (Mary) Boyer (nacida 1873) y Hermine Fredericke (Minnie) Boyer (nacida 1879). Todas las hijas fueron bautizadas en la Concordia Lutheran Church. Reinstalado Hermann Heinrich Boyer en Washington, D.C., tuvo un exitoso negocio de tabacos y cigarros, que le permitió tener una muy buena situación económica. Sabemos que para 1897 ya estaba retirado del negocio. Hermann Heinrich Boyer falleció en Washington el 1° de febrero de 1902; su esposa Sophie Catharina Marie Wiechers [y Manneroh] falleció ahí mismo, el 16 de julio de 1904.
Su hija mayor Sophie Catharine Marie, o Meta, casó en 1891 con su tío de México (hermano de su madre) Hermann Friedrich Lebrecht Wiechers [y Manneroh], así que luego nos referiremos a ella con mayor detalle. Marie Gesine Elisabeth (Mary) fue modista, viviendo con sus padres. Hacia 1917 se instaló a vivir en la Ciudad de México, en casa de su tío/cuñado Hermann Friedrich Lebrecht, donde falleció en 1929. Hermine Fredericke (Minnie) casó en 1904 en Washington con Otto E. Pape, nacido en Alemania pero inmigrado muy pequeño a Estados Unidos. Vivieron gran parte de su vida en Tucson, Arizona. Tuvieron tres hijos, dos de los cuales llegaron a la adultez, pero aparentemente sin descendencia. Minnie falleció en Tucson en 1967.
Johann Christoph Wiechers [y Manneroh], como vimos, emigró a México en 1855, y tras un par de años en Veracruz se trasladó hacia 1859 a Oaxaca, donde instaló su propio negocio. El 17 de octubre de 1860 contrajo matrimonio, en Veracruz, con María Inocencia Tomasa Díaz-Quijano y Muñoz, nacida hacia 1843 en Veracruz, aparentemente de padres españoles. Después lo vemos en Oaxaca como parte de la sociedad Hinrichs y Wiechers, con su concuñado “Carlos Enrique” Hinrichs. En la Ciudad de Oaxaca nacieron sus hijos Juan Enrique Luis (1863), cuyo padrino fue su hermano [Johann] Heinrich Ludwig Wiechers (nótense los mismos nombres), Juan Cristóbal (1865), y Emilia Inés Margarita (1868), todos de apellidos Wiechers y Díaz-Quijano. Aparentemente por miedo a la inestabilidad e inseguridad para los extranjeros que siguió en México tras la caída de Maximiliano, Johann Christoph finiquitó su sociedad con Hinrichs y determinó volver a Alemania con su familia. Primero llegó a Hamburgo, donde en noviembre de 1869 nació su hija María Carolina. En octubre de 1870 ya estaba Johann Christoph de vuelta en Bremen, ciudad donde vivió hasta 1888. Ahí nacieron sus hijos Carl Hermann (1870), Vicente Wilhelm (1871), Hermann Ignacio (1874) e Inocencia Josefa Antonia (1878), todos de apellido Wiechers [y Díaz-Quijano].
En Bremen, Johann Christoph Wiechers [y Manneroh] desarrolló múltiples negocios relacionados con México, especialmente el de la cochinilla, un parásito del nopal que procesado servía como colorante de rojo intenso e indeleble para telas; lo vemos muchas veces de viaje en México. Fue además por largos años apoderado legal de varias empresas del viejo Friedrich Eduard Watermeyer, hasta su fallecimiento en 1881, aunque en los negocios de éste exclusivamente en Bremen, sin relación con la binacional casa Watermeyer, Wiechers y Cía. Muerto F.E. Watermeyer, pasó Johann Christoph a representar en Bremen a la nueva casa H.D. Watermeyer, de Hermann Dionisio Watermeyer. Seguramente cuando esta casa empezó a decaer, y antes de su quiebra definitiva, es que Johann Christoph, por razones poco claras, abandonó en 1888 definitivamente Bremen. Pero antes de ello, el 13 de octubre de 1887, se renaturalizó ciudadano de la Ciudad Libre Hanseática de Bremen (ciudadanía que había perdido); pero a diferencia de su hermano H.L. Wiechers, Johann Christoph sí había adoptado previamente durante su estadía en México la nacionalidad mexicana. Con esto pasó a ser Johann Christoph súbdito del Imperio Alemán. Los documentos de renaturalización lo tienen como una persona muy pudiente.
No tenemos absoluta precisión donde residió Johann Christoph en el período inmediatamente posterior, pero sabemos que en 1891-1892 vivió un año en Wiesbaden y que después, en 1895 se instaló en Salzburgo, Austria, donde vivió hasta 1915, dirigiendo desde ahí sus negocios. En 1896 ingresó al Consejo de Administración de la Compañía de Electricidad de Salzburgo (Elektrizitäts-Werke Salzburg), de la cual luego fue Presidente, hasta 1900. Otro negocio, muy interesante, lo constituyó la sedería Puig y Wiechers, Sociedad en Comandita, localizada en Reus y Barcelona, España. En 1897 Johann Christoph, residente en Salzburgo, ingresó como socio comanditario de dicha empresa, a la sazón co-propiedad de su hijo Enrique, y no sabemos cuando se retiró de ella, pero debe haber sido después de 1918. Desconocemos las otras actividades de Johann Christoph durante esta época. El 24 de noviembre de 1914 falleció en Salzburgo María Inocencia Díaz-Quijano de Wiechers. Después de esto, en el curso de 1915, Johann Christoph abandonó Salzburgo, donde había residido más de 20 años, y se traslado a Munich, para residir con sus hija Inocencia Josefa Antonia. Falleció, ahí, en Munich, el 10 de abril de 1921.
De sus hijos, Juan Enrique, Juan Cristóbal, Carl Hermann y Hermann Ignacio volvieron a México. Después, Juan Enrique se trasladó a Barcelona, donde casó en 1910 con la española Consuelo Balcells, falleciendo en dicha ciudad en 1920, sin hijos. Fue copropietario, a partir de 1896, y aparentemente hasta 1918/1919, de la sedería "Puig y Wiechers", de Barcelona y Reus; y tras esto de la sedería "Wiechers y Dord", que después continuó su hacendosa viuda (como “Viuda de Wiechers”). Juan Cristóbal fue un muy reconocido ejecutivo de empresas en el México de la época. Casó en México en 1897 con Elisa Juana Rennow, de padres ingleses, y el padrino fue su tío H.L. Wiechers. Después de 1918 perdemos en gran medida el rastro de ellos y todavía no sabemos cuándo y dónde murió Juan Cristóbal; Elisa Juana Rennow falleció, ya viuda, en 1948. Tuvieron varios hijos, los cuales no tuvieron descendencia. Hermann Ignacio se instaló en León, Guanajuato, donde casó con Luisa Condey Estrada; después se movió a la Ciudad de México. De él descienden los Wiechers Condey y sus posteriores ramas. Carl Hermann se instaló también en León, Guanajuato, donde residió hasta su muerte. Casó con Matilde Mendoza Soto. Tenemos que confirmar su descendencia.
Los demás hijos del matrimonio Wiechers y Díaz-Quijano se quedaron en Europa. Vicente Wilhelm casó en Londres en 1905 con Hermine Priborsky, de una familia checa de Bohemia, entonces parte de Austria-Hungría, y se instaló con ella a vivir en Berlín. El matrimonio después se separó. Vicente Wilhelm falleció en Berlín en 1922; su ex exposa falleció también en Berlín en 1943 como consecuencia de un bombardeo aliado. María Carolina e Inocencia Josefa Antonia Wiechers y Díaz-Quijano casaron en Bad Reichenhall, Baviera, en 1900, con los hermanos Josef y Willy [Wilhelm] Waldherr, ambos funcionarios ferrocarrileros del vecino del Reino de Baviera. Sabemos de dos hijos de Josef y María Carolina, nacidos en Salzburgo en 1901 y 1902. Ambas familias Waldherr-Wiechers se instalaron a vivir después en Munich. Sabemos que Inocencia Josefa Antonia falleció en 1964 en Bad Reichenhall, Baviera. No tenemos a la fecha ninguna noticia de Emilia Inés Wiechers y Díaz-Quijano.
Gesina Maria Elisabeth Wiechers [y Manneroh] casó el 2 de febrero de 1871, en Bremen, con Heinrich Ludwig Carl Hartjen, de profesión Klempnermeister (maestro hojalatero y fontanero), nacido en 1828 en Rotenburg/Wümme, en el actual Land de Baja Sajonia. Vivieron siempre en Bremen. Heinrich Ludwig Carl Hartjen falleció en Bremen el 10 de enero de 1895; y su esposa Gesina Maria Elisabeth, en la misma ciudad, el 25 de mayo de 1900. El matrimonio tuvo cuatro hijos, todos nacidos en Bremen: Heinrich Ludwig Carl (1871), Ludwig Christoph (1873), Gesina Maria Elisabeth (1876) y Catharine Friederike Sophie (1878), todos de apellido Hartjen [y Wiechers]. Heinrich Ludwig Carl, de profesión ingeniero, casó en Bremen en 1895 con Ernestina Feller; el matrimonio se mudó a residir a Gotha, en Turingia, donde seguramente fallecieron, y hay datos de una hija que fallecido ahí en 1949. Ludwig Christoph continuó residiendo en Bremen, donde lo hemos encontrado en todos los libros de direcciones por lo menos hasta 1955, falleciendo ahí en 1962. Gesina Maria Elisabeth casó en 1898 con Wilhelm Heinrich Hoops, asistente postal, originario de Verden. No sabemos mucho de su vida; ella murió en Hamburgo en 1928, y él en Wentorf cerca de Hamburgo, en 1949. No sabemos si tuvieron hijos. De Catharine Friederike Sophie sólo sabemos que falleció en Wentorf cerca de Hamburgo en 1962.
Carl Heinrich Wiechers [y Manneroh], por lo que entendemos, emigró a México en 1867. No sabemos mayormente a qué se dedicó los primeros años en el país, pero puede haber colaborado, de una u otra forma, con su hermano Heinrich Ludwig. Hacia 1873 se instaló en Nuevo Laredo, donde después fundó, con su hermano Hermann Friedrich Lebrecht, la sociedad Wiechers Hermanos y Cía., que a partir de 1884 pasó a ser representante del Banco Nacional de México en Nuevo Laredo. El 24 de julio de 1889 casó en Veracruz con Aniana Léycegui y Núñez, nacida en dicho puerto el 21 de julio de 1868, hermana de su cuñada Lucía Léycegui y Núñez (esposa de Heinrich Ludwig), y consecuentemente también hija de Luciano Léycegui y Verástegui y de Rafaela Núñez y Sobrevilla. Con esto, como se aprecia, llegó a haber dos familias Wiechers-Léycegui: dos hermanos casados con dos hermanas, primos hermanos dobles, con un 100% de idéntica sangre.
El matrimonio de Carl Heinrich y Aniana tuvo los siguientes hijos, todos nacidos en Nueva Laredo y de apellidos Wiechers y Léycegui: Carlos Rafael Enrique/Germán (1891-1893), Germán Federico (1892-1893), Carlos Enrique (1895-1969), Aniana Margarita (1898-1970) y Esperanza (1901-1977). Los dos primeros murieron en la infancia, aparentemente como consecuencia de una epidemia de tifus en San Luis Potosí. Carl Heinrich falleció en Nuevo Laredo el 8 de marzo de 1903, dejando una viuda joven e hijos chicos. Tras esto, Aniana se trasladó a residir a la Ciudad de México, aunque vivió largas temporadas en el puerto de Veracruz, donde falleció el 25 de abril de 1924. Los restos de Carl Heinrich y Aniana se encuentran actualmente enterrados en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, habiendo sus restos sido trasladados desde Nuevo Laredo y Veracruz.
Esperanza Wiechers y Léycegui casó con Roberto Guerrero Groso, en la Ciudad de México, el 30 de julio de 1920. De este matrimonio nació Guillermo Carlos Guerrero Wiechers, del cual descienden la familia Guerrero Wiechers y sus subramas. Aniana Margarita Wiechers y Léycegui casó en la Ciudad de México el 12 de marzo de 1931 con Manuel González Casillas. De este matrimonio nacieron Manuel, Carlos Enrique y Aniana González Wiechers, de los cuales descienden las familias González Martínez, González Uribe y Filio González, y sus posteriores ramas. Carlos Enrique Wiechers y Léycegui casó el 20 de agosto de 1952, en la Ciudad de México, con María Rodríguez Bárcenas, de lo cual nacieron Judith, Aniana y Luis Germán Wiechers Rodríguez; de ellos descienden las familias Coronel Wiechers y Pérez Wiechers, y sus posteriores ramas.
Hermann Friedrich Lebrecht Wiechers [y Manneroh], por lo que entendemos, emigró a México en 1867. No sabemos mayormente a qué se dedicó los primeros años en el país, y tampoco si en realidad estuvo más en México o en Estados Unidos. De cualquier forma, el 7 de noviembre de 1879 se naturalizó ciudadano estadounidense en Nueva Orleáns, habiendo viajado desde México para hacerlo. Sabemos, además, que en 1879-1880 y buena parte de la primera mitad de la década de 1880 Hermann Friedrich Lebrecht suplió oficialmente a su hermano Heinrich Ludwig, cuando éste estaba en Orizaba, en la administración del consulado danés de la Ciudad de México. Después, en algún momento que no precisamos, se estableció en Saltillo, Coahuila; además, ya mencionamos, en 1884 su sociedad Wiechers Hermanos y Cía., con Carl Heinrich, se hizo cargo de la representación del Banco Nacional de México en Nuevo Laredo.
El 10 de enero de 1891 casó en Washington, D.C. con su sobrina Sophie Catherina Margaretha (Meta) Boyer [y Wiechers], hija de su hermana, y en dicha acta de matrimonio aparece Hermann Friedrich Lebrecht como residente en Saltillo, Coahuila, México. El 23 de octubre de 1901 volvieron a contraer matrimonio en Buffalo, Estado de Nueva York, al enterarse que su matrimonio original en el Distrito de Columbia pudiera no ser válido de acuerdo a las leyes locales, por la relación tío-sobrina de los cónyuges. Para 1903 continuaba en Saltillo, pero aparentemente en ese año, con motivo de la muerte de su hermano Carl Heinrich, se trasladó a Nuevo Laredo (o al lado norteamericano de la frontera) para hacerse cargo, ahora él solo, de la representación del Banco Nacional de México, con la cual continuó aparentemente hasta 1905. En 1907 se trasladó, con su esposa, a la Ciudad de México, con el objetivo de incorporarse a la casa bancaria H.L. Wiechers de su hermano, pero no sabemos si a la larga esto aconteció. De cualquier forma, el matrimonio, que no tuvo hijos, viajaba mucho a Europa, y también a Estados Unidos, donde Meta, la esposa, tenía propiedades derivadas de la herencia de sus padres. Sophie Catherina Margaretha (Meta) Boyer [y Wiechers] falleció, de un accidente, en la Ciudad de México, el 20 de abril de 1916; Hermann Friedrich Lebrecht lo hizo, también en la Ciudad de México, el 21 de enero de 1939. El acta mexicana de defunción lo consideraba ciudadano estadounidense, pero aparentemente había perdido dicha nacionalidad unos pocos años antes, por no haber residido nunca efectivamente en el país. Como ya señalamos, no dejó hijos. Fue el último de los hermanos Wiechers-Manneroh en fallecer.
Tenemos recopilada además información de tres tíos directos de H.L. WIECHERS, hermanos de su padre Johann Christoph. Se trata de Johann Heinrich Wiechers [y Hasselmann] (1897-1863), nacido y fallecido en Barrien; de Cord Heinrich Wiechers [y Hasselmann] (1806-1859), nacido en Barrien pero fallecido en Neubruchhausen, una población del Electorado/Reino de Hannover localizada al Sur de Barrien; y de Gesche Marie Wiechers [y Hasselmann] (1809-1894), nacida en Barrien pero fallecida en el cercano Wachendorf. El primero, que además fue padrino de bautizo de H.L. WIECHERS, casó dos veces, primero con Anna Adelheid Gerken (1827) y luego con Gesche Adelheid Willenbruch (1831), y de él hemos podido localizar hijos y descendientes en Barrien y en Bremen, hasta aproximadamente 1955. El segundo se trasladó a Neubruchhausen, casando en la cercana iglesia de Sudwalde (1848) con Gesche Margarethe Dorothee Bolte (1823-1867), de Neubruchhausen. Hemos localizado a toda su familia nacida en Neubruchhausen. Todos emigraron, tras la muerte de su padre, a Estados Unidos, estableciéndose en la Ciudad de Nueva York. Hemos podido reconstruir buena parte de la vida de ellos y de sus hijos, y hasta hemos encontrado a descendientes vivos de uno de ellos. La tercera casó en 1840 con Lüdeke Friedrich Willenbruch, hermano de Gesche Adelheid Willenbruch, y junto con su marido residieron muchos años en Wachendorf, población cercana a Syke y parte del circuito parroquial de Heiligenfelde, donde tuvieron varios hijos, de los cuales aparentemente sólo tres sobrevivieron a la infancia, de ellos dos con descendencia confirmada, en Wachendorf, Syke y Nueva York.